viernes, 25 de abril de 2008

20 de Abril... en Ariño


Ariño es un pueblo minero del norte Teruel donde se celebraba por primera vez un concurso de pintura rápida. Un pueblo de casitas bajas y cuestas empinadas en la falda de una montaña. Una iglesia que se eleva sobre la silueta del pueblo y como característica peculiar un castillete en la boca de un antiguo pozo minero. El día anterior, y ante la perspectiva de la anulación del concurso por la posibilidad de lluvias, llame a un teléfono que venia en las bases. “¿Llover?, Aquí!, aquí no llueve nunca!, no tenemos esa suerte!” aunque el mismo señor, muy amablemente me indico que el concurso se celebraría a aunque lloviera. Llegue la noche anterior y efectivamente, estuvo lloviendo todo el camino hasta justo cincuenta kilómetros antes. Como puede ser la climatología tan caprichosamente injusta con algunas zonas. Sin embargo el día del concurso se cumplieron los pronósticos y para suerte del pueblo llovió. Suerte que unos soportales y una foto de emergencia me permitió pintar. Tengo que decir que no uso la foto en los concursos salvo en dos o tres ocasiones al cabo del año y esta era una de ellas y por motivos bastante justificados. Era el mejor día para comenzar la sesión con una de mis canciones fetiche, “20 de Abril” de Celtas Cortos respondiendo a un curioso tópico y la coincidencia de fechas. No apetecía pintar, y tras cuatro o cinco canciones de celta pop decido pasar a la acción, “Season of the witch” de Donovan, seguido de “House of the rising sun” de The Animals. La jornada transcurre entre viento y lluvia, y entre claro y claro la visita de la gente de Ariño entre curiosa y agradecida interesándose por las diferentes técnicas y visiones de su pueblo. Pero lo mejor estaba por llegar, finalizado el cuadro y entregado en el lugar dispuesto, nos ofrecen una comida a los pintores. Nos dirigimos al “multiusos” y nos encontramos con la sorpresa de que todo el pueblo estaba comiendo allí, nosecuantoscientas personas compartiendo mesa y mantel con nosotros, el pueblo entero. Unas judías con tocino y chorizo y de segundo unas salchichas, fruta y hasta café, todo servido por la gente de Ariño. Terminada la comida todos salen a ver las obras y esperar el fallo del jurado. Muchos salimos diciendo que con semejante muestra de hospitalidad ya nos vamos bastante premiados, yo por fortuna marcho doblemente premiado. Permitidme que como muestra os ponga los dientes largos, y esta vez no os muestre pintura.

2 comentarios:

Javier Lorente dijo...
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Javier Lorente dijo...

Hola maestro.Es un placer encontrarte en la blogosfera. En la vida no hay demasiadas cosas imprescindibles y algunas que son todo un lujo: compartir mesa y mantel y echar un rato con los amigos es una de ellas, solo superable por la de ser compañero de viaje y compartir pinceles y colores. Recuerdo la primera vez que te vi. Estabas pintando un molino de viento del Campo de Cartagena, con los pinos y las aspas estilizados, como en movimiento. Los colores amarillos y naranjas y las sombras azules y violetas.. atrevido, original y muy personal. Te dije: "si yo fuera jurado te daría un premio..." y acerté. Eres todo un maestro y, sin duda, un ejemplo para todos los que nos gusta esto de la pintura del natural, bien aderezada con los viajes por carretera. Te llaman "concursero" porque suena a "bucanero", todo un pirata con el caballete de palo, ese que ayer abrazabas en Totana, con el cariño de quien abraza a un compañero de travesía con el que se han vivido naufragios y grandes descubrimientos. Te deseo lo mejor en tus viajes artísticos y que yo lo vea.