He visto tantos amaneceres que ya no se si los he visto en un anuncio de coches, he trazado tantas curvas que no soy capaz de andar en línea recta, he tragado tanto polvo que mi saliva es puro barro, he olido tanta trementina que me mareo de pensarlo, he pintado rápido y he dormido mal. Tantos kilómetros por carreteras perdidas, tantas líneas discontinuas por carreteras oscuras, benditos resaltes en el arcen que te despiertan justo a tiempo. Nos convertimos en cerdos justo un segundo antes de que Circe nos tentara con sus manjares. Ajenos a cantos de sirenas, mas bien regalados y saciados de tentaciones. Siempre estamos más cerca de continuar nuestro viaje que de finalizarlo, siempre con la duda de si al menos quedara una huella que justifique el camino.
miércoles, 14 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Estoy totalmente convencido de que tu pintura si que deja huella, Enhorabuena.
Un saludo
Publicar un comentario